martes, 10 de mayo de 2011

"División del aula en Rincones adaptados para niños con discapacidad auditiva"

Aquí muestro un ejemplo de como deberíamos adaptar un aula en la que hay alumnos con discapacidad auditiva para facilitarles el día a día.
  •  Organización de espacio:
Si los alumnos sordos que tenemos en la clase no tienen una funcionalidad auditiva que
les permita “escuchar” lo que está ocurriendo en la clase (qué está pasando en los otros
rincones, si alguien ha entrado en la clase recientemente, si la profesora está avisando
o dando algunas instrucciones al grupo...), tendremos que cuidar que el mobiliario no
cierre la visibilidad general de la clase, ya que es frecuente que los niños sordos hagan
“barridos visuales” para “controlar” lo que ocurre a su alrededor.

  • Materiales:
Los niños,gracias a la diversidad de actividades y de relaciones y, especialmente, gracias a las
intervenciones educativas de los adultos para crear contextos de aprendizaje y de relaciones,
se van formando un concepto categorial de la realidad, basado primero  en categorías
básicas, que son aquellas que se refieren a objetos concretos que pueden verse y manipularse
(silla, manzana…) para, posteriormente manejar categorías llamadas supraordinadas (mueble, fruta…) que no existen en la realidad, sino que son creadas por el lenguaje.

Mientras los niños oyentes adquieren este conocimiento sin apenas esfuerzo, ya que tienen
muchas oportunidades de oír estas categorías, es conveniente caer en la cuenta de que los
niños sordos, si no les ayudamos, pueden quedarse en un lenguaje que se reduce a enumerar
objetos, personas, animales y no dan el salto a categorías semánticas más amplias. Por ello,
la organización que les ofrezcamos en los rincones debe facilitar este objetivo. Los niños sordos se ven beneficiados si los materiales son muy visuales y están bien organizados por categorías.

  •  Normas de uso en los rincones:
Existen unas normas de funcionamiento de los rincones que deben ser entendidas y asumidas
por el grupo-clase y que son necesarias para un  funcionamiento adecuado de los mismos. El
riesgo del niño sordo, sobre todo si tiene una escasa competencia lingüística, es no incorporar
de manera significativa estas normas de uso.
Para ayudar a este tipo de niños adaptaremos la normas de esta manera:

-  Colocando el signo al lado de cada dibujo y/o palabra escrita que representa el rincón.
-  Usando ayudas  y materiales visuales, como las fotos de los niños para hacer el
recuento y  agrupamientos.
 -  Es conveniente que las normas sean pocas, coherentes, sistemáticas, estables y queden
 representadas de forma visual.

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